La posibilidad de clausurar temporalmente la terminal de gas natural licuado (GNL) de la empresa Sempra Energy fue detenida en el Congreso por la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN).
Los diputados de dicho partido no aprobaron el punto de acuerdo en apoyo al alcalde en Ensenada quien, el pasado 15 de febrero, dirigió una carta al Congreso de la Unión solicitando su apoyo para mantener las instalaciones de la planta clausuradas toda vez que la empresa “daña inexorablemente la vida marina de Baja California, y con ello, compromete severamente el porvenir de las siguientes generaciones de bajacalifornianos y mexicanos”.
Los diputados de dicho partido no aprobaron el punto de acuerdo en apoyo al alcalde en Ensenada quien, el pasado 15 de febrero, dirigió una carta al Congreso de la Unión solicitando su apoyo para mantener las instalaciones de la planta clausuradas toda vez que la empresa “daña inexorablemente la vida marina de Baja California, y con ello, compromete severamente el porvenir de las siguientes generaciones de bajacalifornianos y mexicanos”.
Desde el año 2004 Greenpeace denunció que la planta de GNL instalada por Sempra Energy en Costa Azul, Baja California, representa un riesgo innecesario para la población de Ensenada y el ecosistema de la región. México tiene que dejar de lado este tipo de mega-proyectos de alto riesgo, y en su lugar detonar una [r]evolución energética a través de la cual se aproveche de forma masiva el enorme potencial de energías renovables que tiene ese estado.
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