Ecotips

El a, b, c de lo que tú puedes hacer. Cada pequeño paso, cada acto que llevamos a cabo en nuestra vida diaria, tiene un impacto en nuestro mundo.

Ignora Semarnat fallo judicial para depredar manglar

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ignoró el fallo del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativo (TFJFA) que anuló una autorización en materia de impacto ambiental que otorgó al megacomplejo turístico inmobiliario Paraíso del Mar en La Paz, Baja California Sur, denunciaron las organizaciones Asociación de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos y su Hábitat (Aicmmarh), Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Guardianes del Agua A.C. y Greenpeace México.

El permiso viola las normas de protección a manglares (NOM-022) y no contempla que las 500 hectáreas del proyecto se ubican en una zona reconocida como humedal de importancia internacional 1816.
Al tolerar y promover que Paraíso del Mar opere sin autorización ambiental, la Semarnat está poniendo en riesgo un área reconocida internacionalmente por sus valores ambientales, incluyendo ser el hábitat de tiburón ballena y delfín tursión. Los promoventes de este proyecto han presentado dos amparos, los cuales han sido negados por el Poder Judicial Federal.

El Decimoséptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito determinó que no es procedente otorgarle a Paraíso del Mar la suspensión de la sentencia: “...resulta improcedente la suspensión porque de concederse, se provocaría la inaplicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-022-SEMARNAT-2003, lo que expresamente el artículo 124 fracción II inciso g), de la Ley de Amparo, considera un caso en que la suspensión es improcedente porque afectaría el interés social y contravendría disposiciones de orden público”.

No obstante y en desacato a resoluciones judiciales la subsecretaría de gestión para la protección ambiental de la Semarnat comunicó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en febrero pasado, que sigue vigente la autorización ambiental de Paraíso del Mar: “… por lo que en este sentido se advierte que la autorización ambiental de mérito, permanece vigente al día en que se emite el presente proveído, y hasta en tanto se emita sentencia que otorgue o niegue la protección de la justicia federal…."

La Semarnat autorizó en 2005 a Paraíso del Mar la remoción de 1.19 hectáreas de manglar para construir una marina exterior con 500 posiciones de atraque, en un lugar que ahora es reconocido como humedal de importancia internacional al ser sitio Ramsar. También autorizó la construcción de 3,922 unidades residenciales, un desarrollo hotelero con 2,050 cuartos, dos campos de golf de 18 hoyos cada uno.

La adquisición de los terrenos por parte de Paraíso del Mar fue aprobada por el Congreso de Baja California Sur, durante la administración del entonces gobernador Leonel Cota Montaño y se realizó a un costo de 12.85 pesos el metro cuadrado.

Las organizaciones finalizaron haciendo un llamado al Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Elvira Quezada, para que se respete el orden legal que juro obedecer, y al nuevo titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Hernando Guerrero, para que actue sin conflictos de interés clausurando el proyecto Paraíso del Mar por carecer de autorización ambiental.

¿Nuclear? No, gracias

Con el símbolo de radioactividad y el mensaje: "¿Nuclear? No, gracias"; Greenpeace lanzó un llamado a la Secretaría de Energía y a la Comisión Federal de Electricidad para que suspendan los planes de construcción de nuevos reactores nucleares y que en su lugar se impulse de manera ambiciosa la participación de las fuentes renovables, limpias y seguras de energía como la solar y la eólica. 

Desde que inició la alerta nuclear en Fukushima, el pasado 11 de marzo, Greenpeace manifestó su alarma e indignación debido a que las declaraciones de los funcionarios de la administración pública mexicana - Carlos Petersen, subsecretario de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico de la Sener, Juan Eibenschutz, director general de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), y Ricardo Córdoba, subgerente de seguridad nuclear de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)  -, eran de total condescendencia con la energía nuclear y buscaban engañar a la gente asegurando que esta peligrosa opción es la solución al cambio climático.

A raíz de la crisis nuclear en Fukushima, la mayoría de los países con tecnología nuclear están replanteando qué hacer con sus centrales. Japón está pensando en dejar de lado su plan nuclear y optar por las fuentes renovables de energía, como la solar. Es necesario que esta reconsideración también se dé en México, donde hoy las energías limpias están subestimadas y no tienen un peso importante en los planes oficiales de generación de energía. Lo que está ocurriendo en Japón es un doloroso recordatorio de que la energía nuclear no es una opción.

Los riesgos y accidentes vinculados a la operación de centrales nucleares obligan a México a reorientar su política energética y enfocarla hacia el aprovechamiento de opciones renovables, limpias y seguras de energía que tienen un gran potencial para desarrollarse en el país. El gobierno federal debe repensar su intención de aumentar la capacidad nuclear del país por los riesgos ambientales y de salud pública que implican, y redirigir sus esfuerzos a moderar el crecimiento del consumo energético y sustituir las energías sucias, como la nuclear y el petróleo, por aquellas que son verdaderamente limpias y seguras.

La industria pronuclear asegura que este tipo de energía es la ruta para enfrentar el cambio climático. Esto, sin embargo, es falso. El aporte que la energía nuclear puede hacer a la lucha contra el cambio climático es mínima y la inversión enorme. Duplicar el número de reactores que hoy funcionan en el mundo -alrededor de 450- para el año 2030 apenas reduciría en 5 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero que ocasionan el cambio climático, además de que la inversión requerida ascendería a entre 2 y 3 billones de dólares.  Además de eso, esta energía es altamente peligrosa por el tipo de residuos que genera y los riesgos de accidente que le son inherentes.

Para conocer el potencial de generación de energía de México con fuentes renovables, en comparación con la nuclear y el petróleo, Greenpeace elaboró en 2010 el informe Energy [R]evolution. A sustainable energy outlook ([R]evolución Energética, escenario para México), en el que explica los beneficios de transitar hacia las energías renovables, generando empleos, para disminuir las emisiones de GEI hacia 2020.

Greenpeace exige a las autoridades frenar totalmente toda intención de aumentar el número de reactores nucleares en México. Los mexicanos no queremos una energía sucia, peligrosa, cara y cuyos daños son irreversibles. ¿Nucleares? No, gracias.

Punto Verde en Expo Green de la FARQ

El día 29 de marzo el Grupo Local Greenpeace Monterrey participó en Expo Green, evento organizado por el grupo estudiantil Acciones Verdes de la Facultad de Arquitectura de la UANL.
 
En este evento, donde participan diversas organizaciones ambientalistas e instituciones, los voluntarios del Grupo Local dieron a conocer las diversas campañas en las que actualmente trabaja Greenpeace, así como información sobre las diferentes formas de colaborar con la organización.
 
Durante el “Punto Verde” también  se invitó a la comunidad estudiantil para que tomen acciones en favor del medio ambiente, teniendo una gran aceptación por parte de alumnos y profesores. Tanto los organizadores del evento como las organizaciones asistentes no dudaron en mostrar su apoyo a Greenpeace.

Y Libia...

Greenpeace condena el uso de la fuerza en contra de manifestantes pacíficos y civiles en las crisis en el Medio Oriente y en Magreb. Vemos con admiración la multitud de ejemplos de activismo pacífico llevado a cabo por los manifestantes, que concuerdan con nuestra convicción del derecho a la protesta pacífica.

Greenpeace expresa su profunda preocupación por la actual intensificación militar de la crisis en Libia, viéndola como un peligroso precedente de que el mundo se dirige hacia un futuro en el cual los conflictos por recursos pueden volverse más frecuentes y amenazantes para la seguridad internacional.

Greenpeace resalta el intenso involucramiento de los poderes militares occidentales en la crisis de Libia. Al respecto, consideramos que el papel de Libia en la economía energética europea y los cambios potenciales en el suministro que esta región podría sufrir son la clave para entender esta promoción de la intervención militar.

Greenpeace prevé el alza de los precios globales del crudo como resultado de la crisis en Libia, en medio de la especulación sin restricciones del mercado, lo que evidencia a la fragilidad de la petroeconomía global.

La situación en Libia, en un contexto de cambio climático, y el desastre nuclear Japonés son recordatorios proféticos de la necesidad de una transición rápida hacia sistemas seguros de energía renovable respaldados por grandes mejoras en la eficiencia del uso de la energía.

Y en Jalisco... ¿saben lo que comen?

Greenpeace presentó en Guadalajara, Jalisco la Guía de transgénicos y consumo responsable en la que de una lista de 320 productos de consumo común entre los mexicanos, 186 (pertenecientes a marcas como Coca-cola, Pepsico, Bimbo y Nestlé, entre otras) no garantizan estar libres de transgénicos.

La Guía, que es gratuita y está disponible para consultar y descargar en la página www.ytusabesloquecomes.org, es una herramienta para que la población sepa lo que está comiendo y cómo y dónde encontrar alimentos libres de transgénicos y provenientes de una agricultura ecológica.

Ante la falta de información por parte de la industria alimentaria sobre transgénicos en sus productos, Greenpeace México ofrece esta Guía a los consumidores, para que ejerzan su derecho a elegir, a proteger su salud y la de su familia, y a rechazar este tipo de organismos a través de la alimentación. Cabe señalar que la presentación de la Guía se da en el contexto de la aprobación de la primer siembra piloto, fase previa a la comercialización de maíz transgénico en México.

De las 320 marcas revisadas por la organización ambientalista, 186 están en la lista de productos transgénicos porque contienen o pueden contener al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de cultivos transgénicos, no han respondido a Greenpeace o porque no brindan garantías de que sus productos no contengan ingredientes transgénicos o sus derivados.

Marcas como Pascual Boing, Ferrero, Pan Fiiller, Verde Valle, La Huerta, Coral Internacional, Cervecería Minerva y Santa Clara, entre otras, certificaron que 134 productos son libres de transgénicos y conforman la lista verde de la guía. La producción de alimentos provenientes de una agricultura ecológica campesina va en aumento y frente a la falta de canales de comercialización los productores han encontrado una alternativa para ofertar sus productos en espacios de distribución local y sin intermediaros.

La Guía cuenta con un directorio de 128 sitios donde se brindan productos libres de transgénicos, de producción local y ecológica; y en donde el consumidor tiene la posibilidad de optar por una alimentación basada en prácticas amigables con el medio ambiente y que además no afectan al campo mexicano ni su salud.

“Es importante que los consumidores en las ciudades apoyen este tipo de mercados porque promueven relaciones justas de comercialización de alimentos y al optar por la producción local también ayudan a conservar la biodiversidad en nuestro campo”, señaló Víctor Flores del Colectivo Ecologista Jalisco.

“Los consumidores tenemos alternativas, debemos aprovecharlas y hacer que crezcan. Existen ejemplos como la Red mexicana de tianguis, un proyecto que nació con 5 ó 6 iniciativas de mercados y ahora cuenta con 25 proyectos a nivel nacional donde la gente tiene oportunidad de estar en contacto con los productores de los alimentos y conformar una comunidad campo-ciudad y que dan trabajo a más de 800 familias en el país. En Guadalajara está el tianguis del Circulo de producción con 13 familias que es parte de esta red”, abundó Flores.

“Mientras apoyamos este tipo de producción también debemos decir un rotundo NO a los transgénicos, no los queremos ni en nuestra mesa ni en nuestro campo. A través de los cultivos de maíz transgénico, que irresponsablemente promueven las autoridades, el gobierno mexicano se empeña en imponernos una política agroalimentaria cada vez más lejana de una producción ecológica de alimentos saludables, social y ambientalmente justa y sustentable. En vista de que el gobierno no quiere hacer su trabajo nos toca a los consumidores votar tres veces al día por alimentos sanos ejerciendo nuestro derecho a decidir”, señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

“Los secretarios de medio ambiente y de agricultura no se imaginan el mal que harán a México si permiten la extensión de maíz transgénico, ya sea experimental o comercialmente. Los estados del norte en donde se ha permitido la siembra experimental de maíz transgénico cuentan con una gran cantidad de razas y diversidad de maíces. Estos servidores públicos sentarán un pésimo precedente a escala global por permitir la contaminación de la cuna del maíz”, declaró el Dr. Fidel Márquez, investigador del Centro Regional Universitario de Occidente.

“El maíz es una de las partes fundamentales del tejido económico, social y cultural de México. Esta importancia social esta estrechamente relacionada con sus particularidades de color, sabor y usos. Urge que las autoridades implementen políticas públicas de protección y promoción de esta diversidad frente al peligro de la contaminación genética” argumento el Dr. Joaquin Morales Valderrama, investigador del Centro Regional Universitario de Occidente.

Además, nadie garantiza que el consumo de alimentos transgénicos sea seguro a mediano y largo plazo para la salud de los consumidores. Por el contrario, diversos estudios de laboratorio muestran que el consumo de transgénicos presenta serios riesgos para la salud. Por ejemplo, la alteración o inestabilidad de los genes puede llevar a la producción de nuevas toxinas; la nueva proteína producida por el gen externo puede provocar alergias ; y nuevos estudios sugieren que el consumo de transgénicos puede alterar la fertilidad de los consumidores.

“Hasta ahora los ciudadanos no podíamos saber qué es lo que estamos comiendo y decidir si queremos seguir haciéndolo o cambiar a un modelo de alimentación más saludable y sustentable. Ahora ya tenemos esa información y es nuestra decisión utilizarla o no a nuestro favor”, concluyó Lara.

Manglares, a remate

A pesar de que varios científicos han estimado que el valor de cada hectárea de manglar es muy superior a los costos estimados por las autoridades mexicanas y que depredarlo representa impactos económicos, sociales y ambientales, la depredación de este ecosistema avanza, como lo reportó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en 2009.

La ASF explica que mientras la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio) ha establecido un valor de $37,500 dólares por hectárea de manglar, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cobró solamente $3,415 dólares por hectárea por compensación de la destrucción de mangle.

Diversos autores e instituciones han establecido el valor económico de los manglares, especialmente por el servicio que presta a las pesquerías y han encontrado que su valor va de $9,990 a $37,500 dólares por hectárea por año.

Sin embargo, la Semarnat ha hecho caso omiso de la información científica y solamente cobra un monto de $3,404 dólares/hectárea por compensación cuando algún proyecto destruye manglar debido a que únicamente contempla el costo de la planta, los gastos para replantarla o por restauración. La ASF determinó que en el 2009 la Semarnat únicamente cobró nueve por ciento del valor real del manglar que fue destruido y que solamente serviría para solventar 33 días de la actividad pesquera anual que se perdería con la destrucción del manglar.

Institución/Autor
Valor por hectárea de manglar (dólares)
Semarnat-Conafor
$838.75-$865.94
Costanza
$9,990
Ronnback
$18,274
Aburto et al.
$37,500

De acuerdo con la ASF solamente en el 2009 la Semarnat otorgó 62 autorizaciones a proyectos que impactarían el ecosistema de manglar y determinó que la ausencia de una estrategia específica para la conservación de los ecosistemas de manglar y su biodiversidad, ha tenido como consecuencia una pérdida de 111,949.0 hectáreas entre 2005 y 2009. Lo cual equivale a $4,198 millones de dólares en servicios ambientales perdidos anualmente.

Por otro lado, la ASF determinó en el caso del proyecto del Parque Bicentenario que la Semarnat pagó la cantidad de $5,000 pesos por cada arbolito que compró. Es decir, los arbolitos de un parque urbano valen 12 veces más para la Semarnat que un ecosistema de manglar bien conservado que brinda decenas de servicios ambientales al país.

Con el precio que la Semarnat cobra por hectárea de manglar destruido, sólo alcanzaría para plantar 7.7 arbolitos de los que la Secretaría adquirió para el Parque Bicentenario, es decir que sólo se podría plantar un árbol cada 1,300 metros cuadrados. Además nunca consideran el valor de la productividad por año que brinda el manglar, la cual no se recupera una vez que se destruye.

No proteger el manglar significa repetir el desastre que hoy es la Riviera Maya, donde las playas están siendo erosionadas debido a la construcción de hoteles y desarrollos turísticos encima de dunas costeras y manglares. Cuando el manglar se pierde, perdemos todos: los habitantes de las costas, el sector turístico, los ecosistemas marinos y la sociedad en general.

Científicos en defensa del maíz mexicano

Ante la reciente autorización de maíz transgénico en fase piloto –previa a la liberación comercial- en el estado de Tamaulipas, Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) externaron su preocupación respecto al riesgo que corren las poblaciones de maíz nativo y la soberanía alimentaria del país.

En este sentido, la M. en C. Carolina Ureta señaló que actualmente alrededor de 16 razas nativas se encuentran distribuidas en el norte y 4 más encontrarán condiciones favorables en esta área del país bajo escenarios de cambio climático. Por lo que el norte del país será fundamental para la conservación de cerca de la mitad de las razas de maíz mexicano a corto y largo plazo. A su vez, la distribución potencial del conjunto de variedades nativas abarca todo el país.

Ilustrando lo anterior, Ureta presentó un mapa de Tamaulipas que muestra que en este estado se alberga más del 12 por ciento de las variedades nativas de maíz, algunas de ellas, fundamentales para garantizar el abasto de maíz en años donde fenómenos como las heladas, acaban con los híbridos.

Los investigadores presentaron datos recabados por un amplio grupo de expertos en coordinación con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que demuestran la amplia distribución de variedades nativas de maíz en el norte del país y explicaron los peligros que éstas enfrentarán ante la introducción de maíz transgénico.

Asimismo señalan que:


  • Estudios recientes demuestran que el maíz nativo existente en el norte del país será, junto con la diversidad del maíz nativo del resto del país, fundamental para afrontar las condiciones agrícolas extremas (sequía, altitud, entre otras) que se acrecentarán con el cambio climático.
  • La evidencia científica disponible sugiere que la coexistencia sin flujo génico es imposible, pues no se podrá evitar el cruzamiento entre variedades nativas y maíz transgénico, si éste es sembrado a campo abierto.
  • En México existen alternativas tecnológicas no transgénicas para enfrentar la escasez de maíz y la pérdida de cosechas por fenómenos ambientales; en contraposición, los transgénicos actuales no son ni más resistentes ni más rendidores y sí ponen en riesgo nuestra soberanía alimentaria.

Los investigadores externaron su preocupación por la manera en la que se otorgó el permiso piloto ya que no han tenido acceso a los dictámenes de las Secretarías competentes, “el acceso a la información en temas tan importantes para México, que pueden afectar el abasto de semilla y la autosuficiencia alimentaria, que se está dejando en manos de compañías semilleras transnacionales, deberían ser públicos”.

Además, destacaron su preocupación respecto a los potenciales daños a la salud que el consumo de maíz transgénico puede tener en la población mexicana ya que, señalaron, estudios recientes publicados por grupos de investigación franceses y estadounidenses demuestran daño fisiológico en ratas alimentadas con diferentes líneas de maíz transgénico.

Agricultores dicen NO a las siembras de maíz transgénico

Este jueves representantes de las Asociaciones Agrícolas del Norte de México pidieron la rápida liberación de más permisos para siembra piloto de maíz transgénico en nuestro territorio, en respuesta, los agricultores indígenas y los pequeños y medianos productores de maíz que integran la campaña Sin maíz no hay país señalaron en un comunicado de prensa lo siguiente:

Este jueves representantes de las Asociaciones Agrícolas del Norte de México pidieron la rápida liberación de más permisos para siembra piloto de maíz transgénico en nuestro territorio, en respuesta, los agricultores indígenas y los pequeños y medianos productores de maíz que integran la campaña Sin maíz no hay país señalaron en un comunicado de prensa lo siguiente:

Quienes decimos NO al maíz transgénico somos más de 3 millones de productores que sembramos maíz, lo que suma alrededor de 12.5 millones de personas que dependemos de su producción, esto es 55 por ciento de la población total agropecuaria y 12 por ciento de la población nacional total. La superficie sembrada equivale a poco más de la mitad de la superficie cultivada del país. Del total cultivado, sólo el 14 por ciento se realiza bajo riego, en las áreas de mejores tierras, utilizando insumos industriales y con un destino comercial. El resto, 86 por ciento, corresponde a áreas de temporal, fundamentalmente a cargo de pequeños y medianos agricultores campesinos, que cultivan tanto para el autoconsumo, como para los mercados a nivel local, regional y nacional.

En tanto, quienes demandan hoy la siembra de maíz transgéncio en fase piloto y comercial son un puñado de terratenientes, quienes han acaparado en las últimas décadas las tierras campesinas y los recursos públicos: subsidios, créditos e inversión pública. Poco les ha importado que se encarezcan los alimentos, ellos han priorizado sus ganancias, como en 2007 cuando en plena crisis alimentaria y alza del precio de la tortilla mandaron al exterior el maíz que producen con ayuda de nuestros impuestos.

Es falso que el maíz transgénico pueda resolver la demanda nacional industrial de maíz amarillo o paliar la escasez o altos precios del maíz blanco, causados por la pérdida casi total de las siembras de maíz de Sinaloa. El maíz transgénico en el largo plazo no garantiza mayores rendimientos ni abate costos, ni reduce el uso de agrotóxicos. La competitividad del maíz norteamericano no se debe al uso de semillas transgénicas sino a los altos subsidios que el gobierno norteamericano brinda a sus agricultores.

El gobierno federal y estos rentistas, terratenientes del norte que viven del subsidio público y de las dádivas de las corporaciones como Monsanto, deben por una vez asumirse plenamente como mexicanos, este es un momento de definición: o protegemos a México como centro de origen y de diversificación continúa del maíz en todo su territorio o le entregamos en charola de plata nuestra riqueza genética a las transnacionales.

La Comisión Nacional de Biodiversidad, (CONABIO) dio a conocer el viernes pasado un relevante estudio que claramente dice “Liberar maíz genéticamente modificado a nivel piloto o comercial creará riesgos a la diversidad genética del maíz que de manera inmediata tendrán costos institucionales de respuesta y gestión”.

Es evidente que ni el Secretario de Agricultura y menos el de Medio Ambiente han considerado estas opiniones. Por el contrario, desprecian y minimizan las opiniones de los científicos independientes y de aquellos que aún trabajan en el gobierno bajo el espíritu de servir a la Nación.

La CONABIO lo dijo: “Liberar maíz GM en el centro de origen y de diversidad genética de esta especie, y dónde aún habitan sus parientes silvestres, en particular los teocintles, equivale a tomar riesgos muy elevados para los recursos genéticos de los maíces de México.”

Los beneficios serán únicamente para las empresas y para los grandes productores rentistas del norte que se han prestado a seguirles el juego. Una vez más lo señalamos, son los pequeños y medianos productores de maíz –y a más largo plazo toda la población del país-, los que nos veremos más afectados por una decisión que no toma en cuenta a la mayoría de los mexicanos.

El interés de unos cuantos productores terratenientes, tecnificados del norte del país, NO justifica poner en riesgo la producción de maíz de la mayoría de los productores de maíz de México, de la que depende la alimentación de todo México.

Los grandes productores rentistas del norte no pueden demandar lo que es ilegal. Su libertad de elegir no puede pasar por encima de la propia Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, ni del bienestar de la mayoría y del patrimonio de la actual generación de los mexicanos y de las futuras generaciones.

Demandamos el restablecimiento inmediato de la moratoria a la siembra de maíz transgénico en México, en cualquiera de sus modalidades y la revocación inmediata del permiso ilegal concedido a Monsanto en Tamaulipas.

Semarnat, reprobada por no proteger manglar

Debido a la pésima administración de los recursos naturales por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la dependencia permitió la pérdida de más de 111 mil hectáreas de manglar en tan sólo 5 años, por lo que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) emitió un dictamen negativo en contra de esa dependencia.

Las organizaciones ambientales Defenders of Wildlife de México, Greenpeace, Teyeliz A.Cl., el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) y Marielena Hoyo Producciones Serengueti, denunciaron que de una cubierta forestal de 882 mil hectáreas en el 2005 bajó a 770 mil en el 2009, perdiéndose 13 por ciento del ecosistema.

El informe de la ASF determinó que "La ausencia de una estrategia específica y coordinada entre la Semarnat, la Profepa y la Conanp para la conservación de los ecosistemas de manglar y su biodiversidad, ha tenido como consecuencia el deterioro de este tipo de recurso, el cual registró una pérdida de 111,949.0 hectáreas entre 2005 y 2009, lo que significó una pérdida promedio de 27,985.8 hectáreas al año".

El dictamen afirma que la Semarnat otorgó 62 autorizaciones a proyectos que impactarían el ecosistema de manglar en el 2009 y que además encontró las siguientes anomalías:  
  • Pérdida de 1,559 hectáreas de manglar en el 2009.
  • La Semarnat no dispuso de sistemas de medición para identificar logros y resultados de las acciones realizadas para cumplir con el objetivo sectorial de Conservar los ecosistemas de manglar y su biodiversidad.
  • La Semarnat no participó con la Profepa en la elaboración de las evaluaciones del daño ambiental generado por 27 obras o actividades en ecosistemas de manglar, las cuales no cumplieron con el procedimiento de evaluación del impacto ambiental.
  • De las 42 Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que registran en su plan de manejo alguna especie de mangle, la Semarnat no realizó ninguna visita de supervisión técnica en 2009, ni definió metas de supervisión técnica a dichas UMA.
  • Se determinó que de las 42 UMA con manejo de mangle, en el 66.7% (28) no se logró identificar la superficie de ecosistema de manglar.
  • La Semarnat no dispone de información suficiente respecto de las implicaciones ambientales determinadas por los promoventes en las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), a fin de determinar las medidas compensatorias y de mitigación más efectivas.
  • La Semarnat no toma en cuenta la normatividad aplicable en cuanto al aprovechamiento sustentable de especies en riesgo como el manglar.
  • La Semarnat no cuenta con una unidad o área encargada de dirigir las acciones de conservación de los ecosistemas de manglar.
  • Carece de atribuciones para la inspección técnica en el proceso de autorizaciones de impacto ambiental,

Las organizaciones ambientalistas exigen que se investigue a fondo y se finque responsabilidad a las autoridades que han permitido la continua destrucción del manglar al margen de la ley y que se impida que se modifique la normatividad que lo protege.

Energía nuclear, ¡nunca más!

Ante la campaña en favor de la energía nuclear y de la construcción de más reactores nucleares en México, que se ha desatado a raíz de los trágicos acontecimiento en Japón; el día de hoy, académicos y organizaciones exigeron abandonar todo proyecto de energía nuclear e impulsar las energías renovables como la vía para enfrentar al cambio climático.

Los académicos e investigadores que participaron en este pronunciamiento son: Dr. Alejandro Nadal, del Colegio de México y director del grupo de trabajo sobre economía y medio ambiente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; Dr. Claudio Estrada, director del Centro de Investigación en Energía de la UNAM; Dr. Eduardo Rincón, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México  y de la Universidad Autónoma del Estado de México; Dr. Marco Martínez Negrete, de la Facultad de Ciencias de la UNAM; Dr. Rubén Dorantes, de la UAM Azcapotzalco; la geóloga María Fernanda Campa, de la UACM y de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad; Giancarlo Delgado, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, así como Claudia Gutiérrez de Vivanco, del Grupo Antinuclear Madres Veracruzanas.- Además estuvieron presentes Alejandro Calvillo, de la organización El Poder del Consumidor y Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México. 

Sobre los alcances de lo que está sucediendo en Japón

El Dr. Alejandro Nadal explicó que en los últimos 15 años, la compañía japonesa TEPCO, dueña y operadora de la planta de Fukushima, se vió envuelta en una larga historia de mentiras y manipulación de la información sobre la seguridad en sus plantas nucleares. En algunos casos varios de sus funcionarios incurrieron en responsabilidades penales. Su credibilidad es muy pobre y su conducta en esta catástrofe no hace sino empeorar esta situación. Lo que está sucediendo en Japón, tiene que ser la sepultura total de la energía nuclear a nivel mundial como opción para obtener energía

El Dr. Claudio Estrada agregó que esta catástrofe pone una vez más de manifiesto el riesgo de la tecnología nuclear. Si bien se ha avanzando mucho en medidas de seguridad en los reactores, lo cierto es que sigue siendo una tecnología altamente riesgosa y siempre pueden haber imprevistos. Estos imprevistos la hacen insegura porque si pasa algo, se pone en jaque a miles o millones de seres humanos.

Giancarlo Delgado explicó que la radiación altera la carga eléctrica de los átomos y moléculas que conforman las células de nuestro cuerpo, por lo que consecuentemente incluso dosis bajas de radiación llegan a producir anormalidades en el sistema inmunológico, pero también leucemia en un lapso de cinco a diez años después de la exposición, cáncer en el rango de 12 a 60 años y enfermedades o mutaciones genéticas y anomalías congénitas en generaciones futuras.

Para Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, la catástrofe de Japón está exhibiendo la incapacidad del lobby nuclear de proteger a la población de un desastre. La información que se da a la población mundial sobre un siniestro de inmensas dimensiones territoriales y de afectación a la salud de posiblemente millones de personas, se deja en manos de una empresa privada y sus intereses. Calvillo agregó que la ausencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica para informar y enfrentar el problema confirma su papel de promotora de la industria nuclear por encima de su supuesta función como entidad reguladora internacional que debe garantizar la seguridad de esta tecnología. Esta catástrofe es una prueba más de que los reactores nucleares no son intrinsecamente seguros y que las consecuencias de un accidente grave son inadmisibles por sus consecuencias devastadoras tanto por su afectacióna amplios territorios como sus efectos en la salud de la población que se pueden extender por generaciones.

Las verdaderas alternativas para resolver la demanda energética del mundo
La catástrofe en la central nuclear de Fukushima, de la cual ahora sólo vemos la punta del iceberg, obliga a una revisión de las condiciones en las que opera la central nuclear de Laguna Verde por un cuerpo de expertos independientes que pueda tener acceso a toda la información de la planta. Los reportes internos que se han logrado filtrar demuestran riesgos altos en su seguridad y la violaciones a las condiciones establecidas para que se le otorgara la licencia de operación. Por lo pronto, las declaraciones de Juan Eibenshutz, en relación al accidente en Fukushima, son suficientes para cuestionar su desempeño al frente de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas.

Claudia Gutiérrez de Vivanco, del Grupo Antinuclear Madres Veracruzanas, comentó que los dos reactores de la Central Nuclear de Laguna Verde ya son viejos, es un hecho innegable: más de 20 años en su proceso de construcción, 21 años de operación comercial, más de 55 paros de emergencia que han repercutido en la vida útil de ambos reactores. Son tan vulnerables como las plantas de Japón en su sistema de enfriamiento a base de agua (BWR), que paradójicamente no funciona sin energía eléctrica.

La geóloga Maria Fernanda Campa, de UACM y de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad comentó que en México ha habido un amplio rechazo a la energía nuclear. Dijo que es una aberración permitir que se instalen más plantas nucleoeléctricas y sin saber cómo y dónde se están depositando los residuos, señaló.

Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México señaló que las nucleares no sirven para reducir la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático. Duplicar la capacidad instalada actual, pasar de 440 reactores a 880, apenas reduciría un 5 por ciento de los gases contaminantes. Por lo tanto, no es significativo el aporte de las nucleares para combatir el cambio climático.

Claudio Estrada agregó que esta es una oportunidad para que México reconozca la finitud de los hidrocarburos y el impacto ambiental que estos causan, y el momento para desarrollar y utilizar masivamente las energías renovables, como la solar. México es un país con un recurso solar privilegiado en el mundo, tenemos muchísimo sol, mucho viento, tenemos geotermia, somos líderes internacionales en geotermia.

El Dr. Rubén Dorantes, de la UAM Azcapotzalco en materia de seguridad energética el desarrollo de plantas nucleares en México nos metería en serios problemas no solo por la enorme dependencia tecnológica que esto implicaría, ya que en México no tenemos ningún desarrollo tecnológico e industrial en esta materia y además ni siquiera somos capaces de producir el “combustible nuclear” que requieren los reactores, todo lo tenemos que comprar del exterior con una vulneravilidad enorme. Así nuestra dependencia tecnológica en materia nuclear en casi del 100 por ciento. Por otra parte, si seguridad energética implica producir energía en forma segura y limpia la energía nuclear no garantiza para nada ninguno de estos dos aspectos, porque es una forma de energía de alto riesgo y los desechos nucleares representan una de las basuras más contaminantes y peligrosas que produce nuestro actual desarrollo.

Sener promueve campaña pronuclear

En medio de la emergencia nuclear que enfrenta Japón, cuya magnitud aún se desconoce, en México se ha desatado una campaña pronuclear impulsada por la Secretaría de Energía, a través de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), con la que se busca minimizar los riesgos inherentes de esta opción tecnológica para generar electricidad, restarle importancia a lo que está hoy enfrentando el pueblo japonés debido no sólo a los fenómenos naturales sino también a la liberación de radioactividad y exposición de la gente y promover el surgimiento de nuevos reactores nucleares en el país.
 
Países como Alemania, Austria, China, Chile, Suiza y Venezuela han decidido revisar sus planes nucleares a raíz de la crisis que se vive en Japón, mientras que los funcionarios del gobierno mexicano insisten en construir entre dos y diez nuevos reactores nucleares en los próximos 17 años.
México cuenta con el pontencial suficiente para apostarle a opciones energéticas más seguras, con un menor riesgo para el ambiente y la salud de las personas como lo son las fuentes renovables de energía. El potencial es tan grande que, si empezamos ahora, prácticamente todas las necesidades energéticas de nuestro territorio podrían cubrirse con una combinación de medidas estrictas de eficiencia energética y sustitución de combustibles fósiles y nucleares con renovables. Además de no representar una amenaza para el clima del planeta, éstas fuentes no producen residuos radioactivos que permanecen en el ambiente afectando a las siguientes generaciones. El lobby pronuclear no sólo miente descaradamente, sino que además va en sentido totalmente contrario a lo que sucede en el mundo, donde por fin se está admitiendo que la energía nuclear y los riesgos que implica son inaceptables.

Para conocer el potencial de generación de energía de México con fuentes renovables, Greenpeace elaboró en 2010 el informe Hagamos la [r]evolución energética, en el que explica los beneficios de transitar hacia las energías renovables, generando empleos, para  disminuir las emisiones de GEI hacia 2020.

Greenpeace presenta la Guía de transgénicos y consumo responsable

De una lista de 320 productos de consumo común entre los mexicanos, 186 (pertenecientes a marcas como Coca-cola, Pepsico, Bimbo y Nestlé, entre otras) no garantizan estar libres de transgénicos, dio a conocer Greenpeace México. 

Ésta es parte de la información contenida en la Guía de transgénicos y consumo responsable,  una herramienta para que la población sepa lo que está comiendo y cómo y dónde encontrar alimentos libres de transgénicos y provenientes de una agricultura ecológica.

Ante la falta de información por parte de la industria alimentaria sobre transgénicos en sus productos, Greenpeace México ofrece esta Guía a los consumidores, para que ejerzan su derecho a elegir, a proteger su salud y la de su familia, y a rechazar este tipo de organismos a través de la alimentación. Cabe señalar que la presentación de la Guía se da en el contexto de la aprobación de la primer siembra piloto, fase previa a la comercialización de maíz transgénico en México.

De las 320 marcas revisadas por la organización ambientalista, 186 están en la lista de productos transgénicos porque contienen o pueden contener al menos un ingrediente o aditivo producido a partir de cultivos transgénicos, no han respondido a Greenpeace o porque no brindan garantías de que sus productos no contengan ingredientes transgénicos o sus derivados.

Marcas como Pascual Boing, Ferrero, Pan Fiiller, Verde Valle, La Huerta, Coral Internacional, Cervecería Minerva y Santa Clara, entre otras, certificaron que 134 productos son libres de transgénicos y conforman la lista verde de la guía. La producción de alimentos provenientes de una agricultura ecológica campesina va en aumento y frente a la falta de canales de comercialización los productores han encontrado una alternativa para ofertar sus productos en  espacios de distribución local y sin intermediaros, como en el mercado El 100.

La Guía cuenta con un directorio de 128 sitios donde se brindan productos libres de transgénicos, de producción local y ecológica; y en donde el consumidor tiene la posibilidad de optar por una alimentación basada en prácticas amigables con el medio ambiente y que además no afectan al campo mexicano ni su salud.

“Tienen en sus manos una guía que les da toda la información para elegir los mejores alimentos para ustedes y sus familias, ¡úsenla!, llévenla en la bolsa cuando hagan sus compras y consúltenla antes de decidirse por un producto u otro. Les propongo difundirla, compartirla y  promover su uso. El  consumo es una forma de votar, de actuar políticamente, de optar por un modelo de desarrollo más justo y sustentable. Vamos a comer más sano, consumir responsablemente y a exigir a través de la comida”, dijo la actriz y activista de Greenpeace Gabriela de la Garza.

“No hay nada como los alimentos que van directamente del campo a la mesa. Su sabor, su olor, su color, su calidad son muy superiores. Los invito a que compren alimentos frescos, conozcan al productor, se enteren de cómo regó sus cultivos, de dónde los trae, pues todos esos datos hacen la diferencia en la cocina y en la mesa”, expresó la chef Mónica Patiño.

Nadie garantiza que el consumo de alimentos transgénicos sea seguro a mediano y largo plazo para la salud de los consumidores. Por el contrario, diversos estudios de laboratorio muestran que el consumo de transgénicos presenta serios riesgos para la salud. Por ejemplo, la alteración o inestabilidad de los genes puede llevar a la producción de nuevas toxinas; la nueva proteína producida por el gen externo puede provocar alergias; y nuevos estudios sugieren que el consumo de transgénicos puede alterar la fertilidad de los consumidores.

“Hasta ahora los ciudadanos no podíamos saber qué es lo que estamos comiendo y decidir si queremos seguir haciéndolo o cambiar a un modelo de alimentación más saludable y sustentable. Ahora ya tenemos esa información y es nuestra decisión utilizarla o no a nuestro favor”, señaló Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

“A través de los cultivos de maíz transgénico, que irresponsablemente promueven las autoridades, el gobierno mexicano se empeña en imponernos una política agroalimentaria cada vez más lejana de una producción ecológica de alimentos saludables, social y ambientalmente justa y sustentable. En vista de que el gobierno no quiere hacer su trabajo nos toca a los consumidores votar tres veces al día por alimentos sanos ejerciendo nuestro derecho a decidir”, abundó Lara.

Al optar por alimentos locales, frescos y naturales estamos apoyando también a nuestros productores. 

“Yo soy  productor de maíz criollo y miembro del grupo Vicente Guerrero, una organización que defiende los maíces nativos y quiero decirles que sí se puede tener alimentos orgánicos en nuestras mesas y dejar fuera a los transgénicos que representan una muy grave amenaza contra nosotros los productores” expresó Adrián Pérez Contreras productor del estado de Tlaxcala donde impulsó, junto con su grupo, la iniciativa hoy hecha Ley, para proteger los maíces nativos.
La guía es gratuita y está disponible para consultar y descarga en: ytusabesloquecomes.org

Por Cabo Cortés, diálogo sí

Después de una semana de ríspidas declaraciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hacia Greenpeace por criticar la autorización del proyecto Cabo Cortés, en Los Cabos, Baja California Sur, la organización ambientalista aceptó la propuesta del secretario Juan Rafael Elvira Quesada para dialogar sobre la autorización de ese desarrollo turístico, con el objetivo de revisarla y revertirla.
Patricia Arendar, directora de Greenpeace México, explicó que a pesar de ser tardía la invitación, es un acierto abrir el diálogo sobre el proyecto, siempre que no se trate de un monólogo para legitimar la mala decisión tomada, sino una discusión razonada sobre los riesgos y la capacidad de carga del ecosistema, que fortalezca a la Semarnat dándole mayores elementos para que diga no a Cabo Cortés con claridad, sin titubeos y en cumplimiento de su misión de proteger el medio ambiente.
Greenpeace solicita que este diálogo tenga un formato que incluya la participación de académicos, abogados ambientalistas, habitantes de la zona afectada, organizaciones civiles y las distintas direcciones y dependencias que se involucraron anteriormente en el proyecto y alertaron sobre sus riesgos, y no una simple presentación de computadora sobre lo aprobado, que sirva para legitimar la decisión tomada por la dependencia.

Científicos y 300 organizaciones rechazan tajantemente las siembras piloto en Tamaulipas

En un comunicado, la coalición Sin maíz no hay país y la UCCS señalan lo siguiente:
Sagarpa y Semarnat violan la ley al otorgar permisos a Monsanto de siembra de maíz transgénico en fase piloto en Tamaulipas.
Este primer permiso en fase piloto abre la puerta a siembras masivas de maíz transgénico en México, poniendo en riesgo la alimentación de todos los mexicanos y la agricultura nacional.
Nuevamente el gobierno demuestra que toma sus decisiones en función de los intereses de los monopolios trasnacionales, de espaldas a la ciudadanía y a la evidencia científica.
Son múltiples las violaciones a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados en que están incurriendo estas secretarías. En primer lugar, el Reglamento actual viola la Ley de Bioseguridad. Y dicho reglamento vigente en su 5to transitorio establece que la decisión de SEMARNAT y SAGARPA debe tomarse con base en dictámenes técnicos de INE, CONABIO, CONAFOR e INIFAP. Contamos con evidencia científica contundente para asegurar que dichos dictámenes debieron haber sido negativos si fueron hechos con científicos y técnicos sin conflicto de intereses. Por lo tanto, exigimos enérgica y urgentemente se hagan públicos dichos dictámenes. Asimismo, exigimos que el Secretario Mayorga (SAGARPA) cumpla con el compromiso de abrir un debate público entre los asesores científicos del gobierno y científicos de la UCCS y otros libres de conflicto de intereses, que acudieron a proporcionarle la evidencia científica y los argumentos legales el día 16 de diciembre del 2010.

Sabemos que el gobierno mexicano ha invertido millones en un estudio conducido por la CONABIO, el cual ha arrojado resultados relevantes en cuanto a la biodiversidad del maíz en el norte del país. Dicho estudio arroja nuevas evidencias científicas para prohibir la siembra de maíz en todo el territorio nacional de acuerdo a los Artículos 86, 87 y 88 de dicha Ley, ya que el Secretario Elvira de SEMARNAT y la CONABIO han dado a conocer en diversos foros públicos que hay variedades nativas de maíz en prácticamente todo el territorio nacional, incluido Tamaulipas.

Por otra parte, se ha violado el artículo 46 de la Ley de Bioseguridad, ya que no se han dado a conocer públicamente los resultados de las siembras experimentales en apego a una norma oficial mexicana, actualmente inexistente.

Al iniciar el año, la Sagarpa y Semarnat habían negado a Monsanto los permisos de siembra piloto de maíz transgénico en Sinaloa en las mismas condiciones en que ahora los autoriza para Tamaulipas. En una decisión contradictoria, ahora los servidores públicos han cedido ante la presión de Monsanto ignorando argumentos científicos, técnicos y legales, y privilegiando los intereses corporativos.

La fase piloto abre la puerta a la siembra masiva de maíz transgénico lo que pondrá en riesgo la agricultura maicera y la alimentación de los mexicanos al obligarnos a comer todos los días productos transgénicos que han sido prohibidos en otros países. Además, los campesinos quedarán más que nunca subordinados a las semillas de los monopolios.

Nuevamente el gobierno de Calderón se pone de lado de los monopolios trasnacionales, de biotecnólogos con conflicto de intereses y de una minoría irresponsable de grandes rentistas y terratenientes de riego del norte del país, y da la espalda a la mayoría de los pequeños y medianos productores, al interés nacional, a la sustentabilidad ambiental y a la evidencia científica.

La Sagarpa y la Semarnat apuestan por semillas “milagro” engrosando las ganancias de Monsanto en lugar de impulsar una política de Estado para fomentar la producción campesina de alimentos con tecnologías disponibles, no riesgosas ni controladas por monopolios, sustentables, y que han sido y son capaces de asegurar la autosuficiencia alimentaria. En contraste, los transgénicos no aumentan rendimientos, no resisten a los extremos del clima, y arriesgan la producción de maíces nativos, y han causado problemas agrícolas graves en todos los países en donde se han sembrado. Artículos científicos recientes demuestran que su uso implica serios riesgos a la salud.

Ilegal la siembra piloto en Tamaulipas

Al autorizar la siembra piloto de maíz transgénico en el estado de Tamaulipas sin haber hecho públicos los resultados de las siembras experimentales de maíz transgénico en el norte del país, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) viola el artículo 46 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) por lo que Greenpeace demanda a la dependencia federal la anulación de la autorización otorgada este martes a la empresa Monsanto para sembrar una superficie menor a una hectárea.
El pasado enero, Sagarpa negó ya un permiso similar para el estado de Sinaloa argumentando en un comunicado de prensa que “para avanzar a la etapa piloto, se considera necesario contar con más información de campo, ya que un solo experimento –por muy bien efectuado- no aporta datos concluyentes para avanzar a la etapa piloto. Esto es especialmente relevante por ser México Centro de Origen y de una importante diversidad genética del maíz”.
“La autoridad no puede ser discrecional en este tema y tratar de justificar la decisión de liberar cada vez más cultivos transgénicos con el pobre argumento de que con éstos disminuirán las importaciones de maíz amarillo transgénico proveniente de Estados Unidos. En lugar de eso debe potenciar la producción local del grano con variedades mexicanas”, advirtió Aleira Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace.

“La Sagarpa no puede justificar la autorización de siembras piloto en ese estado, ni técnica ni científicamente, mucho menos legalmente, después de haber negado las anteriores solicitudes de siembras piloto de la empresa Monsanto en Sinaloa argumentando el necesario apego al principio de precaución en aras de garantizar que no exista riesgo para el inventario agroalimentario del país” afirmó Lara.

Cabe señalar que en México –centro de origen y diversificación del maíz- ya se han reportado casos de contaminación con transgenes hacia variedades nativas de maíz, a pesar de que no se había permitido la siembra de transgénicos a campo abierto hasta 2009. El hecho de que siembren en un estado con poca relevancia productiva del grano no asegura que no habrá contaminación a otros estados y mucho menos que no contaminará la red alimentaria de los consumidores.
Greenpeace enfatiza que la solución a la pérdida de cosechas no está en el reforzamiento de un modelo agroalimentario que ha sido bastante falible a los cambios del clima y que en la actualidad tiene como máximo exponente el cultivo de transgénicos basado en una agricultura intensiva, extensiva y con sobre explotación de los recursos naturales; que no sólo se contrapone a un modelo de producción ecológico y sostenible a largo plazo sino que obstaculiza su desarrollo al representar un serio riesgo de contaminación transgénica de las semillas nativas.

Avala Semarnat “cancunizar” la zona de Los Cabos

Ahora que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la construcción del megaproyecto Cabo Cortés en Los Cabos, no será nada extraño que en poco tiempo la región se convierta en el nuevo Cancún en la península de Baja California. 

Este gran desarrollo turístico contempla la creación de 27 mil habitaciones en una extensión superior a 3,800 hectáreas, que es una zona aledaña al área natural protegida de Cabo Pulmo, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y humedal de importancia internacional incluido en la lista Ramsar.
Si se piensa que en la zona hotelera de Cancún, Quintana Roo, hay 28 mil habitaciones de hotel; lo que la Semarnat está aprobando a la empresa española Hansa Urbana es crear una ciudad en una región donde el agua escasea. Por si fuera poco, estará muy cerca de Cabo Pulmo, un área semidesértica que colinda con el mar y donde se encuentra uno de los arrecifes mejor conservados y más productivos del país. La salud y el estado de conservación en que se encuentra dicho ecosistema han ayudado a que se recuperen las pesquerías locales, por ser una reserva marina.
Lo que preocupa es que Semarnat insista en darle certidumbre al sector turístico con este tipo de aprobaciones, cuando un proyecto de esta naturaleza implica heredarle a las siguientes administraciones varios problemas de tipo social y ambiental.
Hay que recordar que entre las facultades de la Semarnat está la de rechazar desde un principio, cualquier desarrollo que ponga en riesgo los ecosistemas de nuestro país. Desafortunadamente la ley permite a la Semarnat ser discrecional en sus autorizaciones y simular procesos de consulta cuando la opinión de sus cuerpos técnicos - Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) o la Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial (DGPARS)- no son vinculantes. Además, se ha ignorado la opinión de científicos, habitantes de la zona y diversas organizaciones no gubernamentales, y sin tomar en cuenta la disponibilidad de agua de la región y los criterios del Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos.

Un desarrollo de estas dimensiones, en el que además se construiría una marina de 490 amarres instalada sobre las dunas costeras y dos campos de golf, implicará daños irreparables a la reserva marina de Cabo Pulmo, además de que afectará el abastecimiento de agua de los actuales habitantes de Los Cabos. Por ello, este proyecto es social y ambientalmente insustentable.

Descalificando a Greenpeace, pretende Semarnat tapar sus propios errores

A partir de que Greenpeace señaló las incongruencias de la Semarnat al aprobar el desarrollo del megaproyecto turístico de Cabo Cortés en una zona altamente frágil y que demanda su protección por la importancia ambiental que tiene, la dependencia federal se ha concentrado en descalificar a esta organización ambientalista a fin de minimizar o desviar la atención del asunto de fondo: aprobó un proyecto que debía rechazar. 

Restándole importancia al hecho de que autorizó a la empresa española Hansa Urbana construir un megadesarrollo en Los Cabos y volcándose a descalificar Greenpeace la Semarnat  intenta hacer una débil y legaloide defensa de la lamentable decisión que tomó, afirmó la organización ecologista.

Con la aprobación del proyecto Cabo Cortés que comprende la construcción de 27 mil cuartos, 2 campos de golf y una marina en una zona semidesértica en donde la escasa disponibilidad de agua potable es quizá la mayor amenaza para el desarrollo del municipio de Los Cabos, la Semarnat lo que hizo fue avalar y legalizar el daño ambiental que ese municipio podría sufrir.

La resolución de Semarnat establece que: “Es de acotar que los impactos generados por motivo de la construcción de la marina, así como la de los andadores elevados, no afectan la estructura y funcionalidad de la geoforma (dunas), producto de su remoción parcial o total”. Esta resolución es una irresponsable malinterpretación del criterio ecológico I10 del Programa de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos -que se aplica tanto en la zona de Cabo Cortés como en la de Cabo Pulmo- y que claramente dice que “no deberá permitirse ningún tipo de construcción sobre las dunas costeras a lo largo del litoral”. Esto es claro y no hay discusión, argumente lo que argumente Semarnat y descalifique a quien descalifique.

Señala Semarnat en su comunicado sobre Greenpeace que “Con su señalamiento la organización ambiental pretende hacer una discusión ambiental de una que es meramente legal y construir un argumento simplista de una reflexión que debe ser amplia”. Lo irónico es que es la dependencia responsable de proteger el medio ambiente la que termina utilizando maniqueísmos legales para desproteger el ambiente, precisamente.

“Si los argumentos legales desprotegen el medio ambiente con tal de favorecer un interés particular, sin duda que es la propia Semarnat la que debería hacerlos a un lado, promoviendo leyes efectivas de protección ambiental. En este caso, sin embargo, el problema ni siquiera es que haya una mala legislación ambiental que obligó a la dependencia a aprobar un proyecto depredador. En este caso frente a lo que estamos es a una dependencia sin la voluntad política suficiente para decir NO, con toda claridad, a un proyecto que desde ningún punto de vista será bueno, ni para el ambiente, ni para la gente”, afirmó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México.
Más aún, la forma en la que interpreta la Semarnat los criterios ecológicos en su comunicado en contra de Greenpeace también debería hacérselos llegar a su Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial, que señala en la pág. 91 del resolutivo “Por todo lo anterior, esta Dirección General concluye que el proyecto no es congruente con lo dispuesto por los ordenamientos ecológicos vigentes para la región” .

Esta contradicción de posturas muestra a una dependencia dividida entre una dirección y otra, lo que evidencia que la Semarnat aplica con toda discrecionalidad las leyes que tanto se empeña en defender por encima de los criterios ambientales.

Cabe señalar que la misma Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente define al ordenamiento ecológico como “el instrumento de política ambiental cuyo objeto es regular o inducir el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente y la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, a partir del análisis de las tendencias de deterioro y las potencialidades de aprovechamiento de los mismos”. Aprobar una nueva ciudad de un plumazo contraviene la ley y el espíritu de una dependencia que debería velar por nuestros recursos naturales.

Más allá de las interpretaciones legales que hizo la Secretaría, es importante tener presente que en su Evaluación de Impacto Ambiental el proyecto Cabo Cortés afirma que tiene una concesión para extraer agua dulce por 4.5 millones de metros cúbicos al año del acuífero de Santiago, lo que equivale al 40 por ciento de la demanda total de este líquido que proporciona el acuífero a Los Cabos.

La misma empresa española Hansa afirma que “Cabo Cortes se constituirá como uno de los principales usuarios de los servicios hidrológicos de la cuenca” (p. 210 de la MIA). Y que “La escasa disponibilidad de agua potable es quizá la mayor amenaza para el desarrollo del Municipio de Los Cabos (p. 377 de la MIA)”. Así, a pesar de ello la Secretaría aprueba 27,111 mil cuartos en una zona semidesértica, casi igualando a la ciudad de Cancún con 28 mil y casi triplicando a Los Cabos que cuenta con 9,856 cuartos, y por supuesto sin considerar los efectos del cambio climático.

“No se trata de una cuestión de lo que dice la ley o no y de cómo se interpreta, pues en esta ocasión lo que señala es muy claro. Aquí ante lo que estamos es ante la falta de voluntad política para proteger nuestros recursos naturales malinterpretando las leyes a conveniencia de una empresa española”, finalizó Olivera.

Semarnat, incapaz de proteger Cabo Pulmo

Argumentando que los criterios ecológicos no son obligatorios sino “inductivos” la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó a la corporación española Hansa Urbana una resolución que le permite destruir Cabo Pulmo incumpliendo con su cometido de proteger el medio ambiente. 

A pesar de que la resolución de Semarnat introduce leves limitaciones en el proyecto y condiciona algunos de sus elementos a la realización de estudios adicionales, el resolutivo establece que sí se puede construir una marina y un megadesarrollo turístico en Cabo Pulmo. Con esta decisión el megadesarrollo Cabo Cortés podría seguir adelante aún cuando tal y como se ha aprobado seguiría teniendo un impacto destructivo sobre el medio ambiente.

Textualmente, la Semarnat afirma en la página 53 del resolutivo que “los criterios ecológicos son lineamientos destinados a proteger el ambiente..., y ... no tienen un carácter obligatorio, se considera que son inductivos”.
“La interpretación de Semarnat es errónea, los criterios ecológicos son obligatorios. Lo que hace la Semarnat es no considerar nuevamente una opinión técnica de su misma Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial, que ha señalado en la pág 93 del mismo resolutivo que el proyecto no es congruente con los ordenamientos ecológicos vigentes para la región, dado que la construcción de la marina contraviene el Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos”, señaló Aleandro Olivera, coordinador de la campaña de Oceános y Costas de Greenpeace México.

“Es vergonzosa y preocupante la aprobación de Semarnat para este proyecto. Lo que muestra claramente, es que la dependencia responsable de proteger el medio ambiente no puede hacerlo, y en vez de decir NO con claridad y en voz alta por los impactos del proyecto, dice sí, con atenuantes ambiguos para que la empresa pueda comenzar a construir”, abundó Olivera.

A pesar de poner condicionantes al proyecto y de restringir la construcción de una planta desaladora y más infraestructura a otras autorizaciones en materia de Impacto Ambiental, la Semarnat está aprobando el desmonte de 1,248 hectáreas para la construcción de 2 campos de golf de 18 hoyos, conjunto de vialidades (131 has), 17 km de acueductos y una marina para 490 embarcaciones y 27,111 cuartos, es decir, casi la misma cantidad de cuartos (28, 000) que tiene Cancún de acuerdo con datos de la propia Secretaría de Turismo. Durante su máxima operación Cabo Cortes producirá aproximadamente 39,000 toneladas de residuos sólidos (1.97 kg/persona/día).

Con estas características, el megadesarrollo Cabo Cortés pondría en grave riesgo la supervivencia de Cabo Pulmo que es una reserva marina en la cual la cantidad de peces y su tamaño se ha incrementado en más de 400 por ciento debido a que tiene una productividad biológica cinco veces mayor que el promedio de los arrecifes en el Golfo de California y posiblemente que cualquier otro arrecife en México. La zona, por ello, goza de unos elevados estándares de protección, ya que fue calificada como Parque Nacional Marino y es Patrimonio Natural de la Humanidad para la UNESCO.
“Greenpeace no está en contra del turismo, pero demanda que sea un modelo sustentable que respete la capacidad de carga y la vocación de cada área”, recalcó Olivera.
Aún más grave es que la Semarnat está fragmentando la evaluación de impacto ambiental, en tanto se trata de un proyecto que se acepta o no, pero no a pedazos. Autorizar la marina sin autorizar los espigones ni su apertura es como autorizar un edificio pero no el ingreso al mismo”, indicó Olivera.

Con las presiones para construir Cabo Cortés, Hansa Urbana busca nuevos destinos ante el frenazo brusco que desde el año 2007 vive el sector inmobiliario y constructor en España, caracterizado por el estancamiento y la falta de financiación, “Hansa busca reproducir en México el modelo que tan buenos resultados económicos le dio aquí, aunque a costa de un impacto medioambiental y ahora también social inaceptable”,. “Las autoridades mexicanas no deberían escuchar estos cantos de sirena. El fracaso de este modelo en España y sus altos costes en términos sociales y medioambientales están más que demostrados”, señala Mabel González, de Greenpeace España.

“Este gobierno debe replantear su política de Estado en materia de turismo ya que no se puede promover el año del turismo y al mismo tiempo autorizar proyectos que depredan los ecosistemas. Que la Semarnat apruebe la construcción de una nueva ciudad en una zona semidesértica es un ecocidio para el parque marino de Cabo Pulmo y no lo vamos a permitir”, dijo Patricia Arendar directora ejecutiva de Greenpeace México.

Carta a Sarmiento por la defensa del maíz mexicano

El director de la asociación civil Alternativas y Procesos de Participación Social (Alternativas) Raúl Hernández Garciadiego, ganador del premio al Mérito Ecológico, el premio nacional Agroalimentario 2008 y 2005, el premio Slow Food por la Defensa de la Biodiversidadel y primer lugar en Iniciativa México 2010 entre otros reconocimientos, afirmó que el apoyo del comunicador Sergio Sarmiento* a la siembra de maíz transgénico en México se debe a que está mal informado y le invitó a corregir su posición “que daños tan graves le causaría a nuestro país y especialmente a los más pobres”, dijo.
“Sergio, no es un mero asunto de rendimientos agrícolas ni solamente de riesgos de daños a la salud. Estás defendiendo el despojo de nuestro pueblo y la introducción de un monopolio que se adueñe de nuestra alimentación básica” señala Hernández en una carta dirigida al periodista. Aquí la misiva integra.
Muy estimado Sergio Sarmiento:

Me causó una desagradable sorpresa leer tu columna en la que te sumas a la inaceptable convocatoria del secretario de SAGARPA de permitir la siembra de maíz transgénico en nuestro país.
Considero que estás mal informado y mal enfocado en tu análisis que te lleva a sostener esta postura:
1.- Si no has comprendido que permitir que la agricultura mexicana – y mundial - caiga en manos de un oligopolio (quasi-monopolio) transnacional que:

a) despojará a nuestro pueblo de nuestra inmensa riqueza genética por la vía de patente de la propiedad intelectual de las semillas desarrolladas a lo largo de diez mil años de trabajo, mediante la mera introducción de un gen.

b) despojará a nuestro pueblo de la capacidad de alimentarnos al tener que pagar regalías por el uso de semillas que – por una razón u otra, deseada o accidental - contengan el trans – gen patentado por ellas, perdiendo la posibilidad del libre intercambio de semillas que prevalece hasta hoy entre agricultores y pueblos.

c) dejará en la indefensión jurídica a los millones de campesinos e indígenas que conservando y enriqueciendo nuestro patrimonio alimentario siguen sembrando las semillas continuamente mejoradas a través de milenios de cuidadosa selección de las características deseadas para cada región y adecuadas para cada clima, y que de pronto sus cultivos sean contaminados por el polen de maíz transgénico, cuyo transporte aéreo es incontrolable aunque los promotores de los transgénicos pretendan sostener lo contrario. Piensa en el gigantesco cono de turbulencia eólica de cualquiera de los huracanes que cada ciclo penetran en nuestro país y pregúntate si resulta verosímil sostener que una distancia de protección de 500 metros – o cualquier otra variante - puede proteger a nuestros maíces originarios de llegar a ser contaminados por este polen.

Hoy, que el maíz transgénico no está aun autorizado, si estas empresas contaminan los cultivos de los cuales depende nuestra alimentación, serían sujetas a sanciones; en cambio si - como el secretario Mayorga y tú pretenden – estos cultivos fueran legalmente autorizados en nuestro país, estas empresas podrían contaminar a su antojo el territorio para difundir sus genes y posteriormente demandar a quienes - sin pretenderlo - tengan en sus plantas contaminación de alguno de los genes patentados.

2.- Si crees a ciegas en la propaganda de los voceros de las empresas transnacionales que buscan engañar a la población al pregonar inexistentes potenciales milagrosos para alimentar a la humanidad tan pronto se les autorice y se les abran las puertas, con lo cual no cejan en su presión sobre las autoridades, como lo haces también tú por medio de tu artículo.

Al analizar tu argumentación que contiene un abuso de adjetivos peyorativos con los que pretendes descalificar a los defensores de nuestro patrimonio alimentario, reflejas la carencia de argumentos sólidos para defender los intereses de estas poderosas transnacionales, y al incurrir en estos argumentos ad hominem, te descalificas tú mismo a través de tu propio escrito.

No estamos empobreciendo a México como irresponsablemente afirmas. Estamos defendiendo la diversidad del patrimonio genético y su libre propiedad social, en contra de quienes buscan apropiarse de él y despojar a los indígenas, campesinos y agricultores, de uno de los más preciados tesoros que conservan como legado de nuestras portentosas civilizaciones, biodiversidad que además constituye la mejor garantía de seguridad alimentaria frente a la vulnerabilidad y riesgos que genera el proceso de cambio climático.

Lo menos que merecen de ti los campesinos e indígenas es que los respetes; y a los científicos y defensores de este patrimonio alimentario, lo mínimo que les debes es una disculpa por tus injustos adjetivos descalificadores.

Al constatar el riesgo de contaminación por plantas transgénicas, no puedo sino evocar el espíritu defensor que advierte que ningún extraño enemigo ose profanar nuestros suelos con sus plantas.

Como ves, no es poco lo que está en juego. Te invito a que reflexiones y corrijas esa posición que daños tan graves le causaría a nuestro país y especialmente a los más pobres de nuestro país.
Sergio, no es un mero asunto de rendimientos agrícolas ni solamente de riesgos de daños a la salud.
Estás defendiendo el despojo de nuestro pueblo y la introducción de un monopolio que se adueñe de nuestra alimentación básica.

Cordialmente
Raúl Hernández Garciadiego

Primer Boletín Informativo / Marzo 2011


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