Madrid, España. Académicos y organizaciones ambientalistas de México y  España (1), denunciaron que la empresa Hansa Urbana, promotora del  proyecto Cabo Cortés en Baja California, México, está promoviendo un  turismo depredador en ambas naciones y por ello denunciaron poner fin a  estas prácticas que en vez de generar desarrollo económico y social,  crean problemas socioeconómicos, ambientales y políticos en las regiones  donde se instalan. 
                                          
Durante la jornada Modelos de desarrollo inmobiliario y turístico: ¿hacia qué desarrollo?,  los participantes (2)  analizaron el fracasado modelo turístico  inmobiliario español y su rampante expansión en el mundo, principalmente  en el caribe mexicano y en el Golfo de California, donde se encuentra  el parque nacional marino de Cabo Pulmo, ahora en riesgo por Cabo  Cortés.
 
“El objetivo del turismo inmobiliario español es expandirse usando  dinámicas especulativas, comprando y consumiendo suelo, dándole un valor  agregado para vender y que otros construyan. La evidencia ha demostrado  que este tipo de turismo inmobiliario no genera desarrollo, sólo  inestabilidad económica, exclusión social y descapitalización en las  estructuras de desarrollo, y por lo tanto, es muy difícil generar nuevas  propuestas. Es un antidesarrollo que produce una descapitalización  ambiental, política (corrupción), económica, educativa (jóvenes se salen  de la escuela para trabajar), social y educativa”, dijo Antonio Montiel  de la Universidad de Valencia, coautor de El modelo inmobiliario español.
 
“En España, 75 por ciento de los terrenos al mar son urbanizables.  Entre 1990 y 2000 la urbanización en España aumento 25.4 por ciento,  cuando la población sólo aumentó en 5 por ciento. Con esto se demuestra  que el modelo de turismo español ha destruido el equivalente a 8 campos  de futbol al día en los últimos 20 años”, explicó Pilar Marcos, de la  campaña de costas de Greenpeace España.
 
Este modelo de turismo depredador, que ha llegado a Baja California Sur, está amenazando a la reserva de 
Cabo Pulmo,  una región semidesertica del arrecife coralino que tiene la ubicación  más septentrional en el Pacífico Este y que es, actualmente, uno de los  de mayor cobertura de corales en el Golfo de California. Este arrecife  es hábitat permanente y temporal de una rica variedad de especies de  peces, crustáceos, moluscos, quelonios, aves y mamíferos marinos; muchos  de ellos bajo alguna categoría de protección ambiental en riesgo, de  acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2001. Además, tiene  una productividad biológica cinco veces mayor que el promedio de los  arrecifes en el Golfo de California y posiblemente que cualquier otro en  México.
 
“Un desarrollo de las dimensiones de Cabo Cortés, en el que se construiría una marina de 490 amarres instalada sobre las dunas costeras y dos campos de golf, implicará daños irreparables a la reserva marina de Cabo Pulmo,  además de que afectará el abastecimiento de agua de los actuales  habitantes de Los Cabos. Por ello, este proyecto es social y  ambientalmente insustentable”, dijo Alejandro Olivera, coordinador de la  campaña de océanos y costas de Greenpeace México.
 
Cabo Cortés cuenta también con una autorización por parte de Semarnat  para construir 27 mil cuartos y se desplegaría sobre una extensión  superior a 3,800 hectáreas, es decir una capacidad habitacional casi  igual a la de Cancún, pero en un ecosistema frágil declarado por la  UNESCO como patrimonio de la humanidad.
 
"Estamos tejiendo alianzas y empezando a explorar estrategias y  acciones comunes con organizaciones ambientales y académicos españoles  para combatir a proyectos depredadores y especuladores como el de Cabo  Cortés, que promueve Hansa Urbana”, señaló Agustín Bravo Gaxiola, del  Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
 
Otro de los riesgos que se alertan por la participación de Hansa  Urbana para la construcción del proyecto Cabo Cortés es su fragilidad  económica, ya que el capital de la empresa depende de la participación  de la Caja de Ahorro del Mediterráneo (CAM), que tiene graves problemas  financieros.
 
“La CAM posee más del 24 por ciento de las acciones de Hansa, y esta  última tiene una deuda de 800 millones de euros con la CAM.  La CAM está  cercana a ser rescatada por el Banco de España, con lo que Cabo Cortés  pasaría a ser propiedad del Gobierno Español”, denunció dijo Macià  Blázquez, de la  Universidad de Baleares.
 
Greenpeace, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Wildcoast y Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo,  realizan una gira en España del 16 al 21 de mayo para denunciar ante la  opinión pública de aquel país las violaciones ambientales y amenazas  del macroproyecto turístico Cabo Cortés que Hansa Urbana planea  construir en Baja California Sur.
 
En la jornada Modelos de desarrollo inmobiliario y turístico: ¿hacia qué desarrollo? participaron Antonio Aledo de la Universidad de Alicante; Antonio Montiel de la Universidad de Valencia, coautor de El modelo inmobiliario español;  Pilar Marcos, responsable de la campaña de costas de Greenpeace España;  Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de  Greenpeace México; Agustín Bravo, del Centro Mexicano de Derecho  Ambiental (CEMDA); Fay Crevoshay de Wildcoast; Judith Castro integrante  de la comunidad de Cabo Pulmo y de Amigos para la Conservación de Cabo  Pulmo (ACCP); Pedro García de la Asociación de Naturalistas del Sureste   (ANSE);  Macià Blázquez de la  Universidad de Baleares; Rafael Córdoba  Hernández de Ecologistas en Acción y Natalia Chaves del foro de Turismo  Responsable.
Notas:
 
1.- Greenpeace, el Centro Mexicano de  Derecho Ambiental (CEMDA), Wildcoast y Amigos para la Conservación de  Cabo Pulmo, realizan una gira en España del 16 al 21 de mayo para  denunciar ante la opinión pública de aquel país las violaciones  ambientales y amenazas del macroproyecto turístico Cabo Cortés que Hansa  Urbana planea construir en Baja California Sur.
2.- En la jornada  “Modelos de desarrollo inmobiliario y turístico: ¿hacia qué desarrollo?”  participaron Antonio Aledo de la Universidad de Alicante; Antonio  Montiel de la Universidad de Valencia, coautor de El modelo inmobiliario  español; Pilar Marcos, responsable de la campaña de costas de  Greenpeace España; Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de  océanos y costas de Greenpeace México; Agustín Bravo, del Centro  Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); Fay Crevoshay de Wildcoast;  Judith Castro integrante de la comunidad de Cabo Pulmo y de Amigos para  la Conservación de Cabo Pulmo (ACCP); Pedro García de la Asociación de  Naturalistas del Sureste  (ANSE);  Macià Blázquez de la  Universidad de  Baleares; Rafael Córdoba Hernández de Ecologistas en Acción y Natalia  Chaves del foro de Turismo Responsable.