Científicos en defensa del maíz mexicano

Ante la reciente autorización de maíz transgénico en fase piloto –previa a la liberación comercial- en el estado de Tamaulipas, Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) externaron su preocupación respecto al riesgo que corren las poblaciones de maíz nativo y la soberanía alimentaria del país.

En este sentido, la M. en C. Carolina Ureta señaló que actualmente alrededor de 16 razas nativas se encuentran distribuidas en el norte y 4 más encontrarán condiciones favorables en esta área del país bajo escenarios de cambio climático. Por lo que el norte del país será fundamental para la conservación de cerca de la mitad de las razas de maíz mexicano a corto y largo plazo. A su vez, la distribución potencial del conjunto de variedades nativas abarca todo el país.

Ilustrando lo anterior, Ureta presentó un mapa de Tamaulipas que muestra que en este estado se alberga más del 12 por ciento de las variedades nativas de maíz, algunas de ellas, fundamentales para garantizar el abasto de maíz en años donde fenómenos como las heladas, acaban con los híbridos.

Los investigadores presentaron datos recabados por un amplio grupo de expertos en coordinación con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que demuestran la amplia distribución de variedades nativas de maíz en el norte del país y explicaron los peligros que éstas enfrentarán ante la introducción de maíz transgénico.

Asimismo señalan que:


  • Estudios recientes demuestran que el maíz nativo existente en el norte del país será, junto con la diversidad del maíz nativo del resto del país, fundamental para afrontar las condiciones agrícolas extremas (sequía, altitud, entre otras) que se acrecentarán con el cambio climático.
  • La evidencia científica disponible sugiere que la coexistencia sin flujo génico es imposible, pues no se podrá evitar el cruzamiento entre variedades nativas y maíz transgénico, si éste es sembrado a campo abierto.
  • En México existen alternativas tecnológicas no transgénicas para enfrentar la escasez de maíz y la pérdida de cosechas por fenómenos ambientales; en contraposición, los transgénicos actuales no son ni más resistentes ni más rendidores y sí ponen en riesgo nuestra soberanía alimentaria.

Los investigadores externaron su preocupación por la manera en la que se otorgó el permiso piloto ya que no han tenido acceso a los dictámenes de las Secretarías competentes, “el acceso a la información en temas tan importantes para México, que pueden afectar el abasto de semilla y la autosuficiencia alimentaria, que se está dejando en manos de compañías semilleras transnacionales, deberían ser públicos”.

Además, destacaron su preocupación respecto a los potenciales daños a la salud que el consumo de maíz transgénico puede tener en la población mexicana ya que, señalaron, estudios recientes publicados por grupos de investigación franceses y estadounidenses demuestran daño fisiológico en ratas alimentadas con diferentes líneas de maíz transgénico.

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